En las prácticas de arteterapia con los niños y niñas, lo que más cautivó mi corazón fue poder descubrir la potencia creativa de cada uno de ellos y ellas.
En comparación con el arte como juego disciplinado y un juego simple tal como lo observamos con los niños, hay poca diferencia en materia de imaginación. Tanto en el juego simple como en el arte, las cosas se juegan “como si” y entonces las cosas se transforman y aparecen diferentes a la realidad externa fuera del juego.
Lo que diferencia la arteterapia del juego, son las rutinas espaciales y temporales, los límites necesarios, porque los niños rara vez utilizan plazos concretos de juegos y es ahí donde el arteterapeuta ayuda al niño a que el juego tenga un cauce.
“Para los niños la vida es arte y el arte es vida.” Es imposible delimitar los juegos de los niños en categorías de formas artísticas conocidas, la transdiciplinariedad es su día a día, transformar un dibujo en una obra de teatro, inventar una canción para después bailarla. El proceso artístico puede ofrecer a los niños otro lenguaje no verbal y simbólico, a través del cual él o ella pueda expresar, tal vez inconscientemente, sentimientos, deseos, miedos y fantasías centrales para su experiencia interior. Por lo tanto, el arteterapeuta siempre debe ser sensible a la comunicación a través de las imágenes u objetos de arte que trabajan dentro del proceso de transferencia y contratransferencia.
En las primeras sesiones de prácticas con los niños y niñas cuando era el momento de trabajar con dibujos, había una constante por clasificar los dibujos en feos y bonitos.
“El mío está muy feo”, “Qué bonito le quedo a María” “A Laura le quedo muy feo” ¿De dónde venía en ellos esas expectativas de belleza estética? ¿Qué es lo bonito?
Yo les recordaba la importancia de no juzgar los trabajos de los compañeros ni los de ellos mismos, que no los expondríamos en ningún museo, que eran para nosotros y que por el simple hecho de que ellos los habían creado ya eran maravillosos.
Porque como nos recuerda Knill “En la terapia de las artes expresivas, la experiencia de la belleza se asocia a menudo con la discordancia y el caos más que con la perfección formal. La belleza es lo que nos deja sin aliento; es literalmente impresionante.”
En la arteterapia para niños y niñas, se da mucha importancia a la metáfora ya que a medida que se desarrollan las habilidades lingüísticas de los niños, surgen los usos más complejos del lenguaje. El uso de la metáfora nos permite la exploración de ideas más complejas.
Debido a su corta edad, los niños a menudo tienen dificultades para expresar verbalmente sus sentimientos. El proceso del arte proporciona al niño un medio de comunicación menos problemático y sobre todo más espontáneo.
Algunos niños usan la creación de imágenes de manera muy específica, haciendo dibujos de sus experiencias, sus sentimientos o sus miedos y pueden optar por hablar de ellos si lo desean o no. Los materiales de arte proporcionan en ellos un punto de partida importante en su deseo de comunicar su experiencia. Esto puede tener muchas etapas y, como arteterapeuta, se debe estar consciente de todo el proceso para comprender la ansiedad que lo subyace.
Podemos diferenciar la arteterapia y la enseñanza del arte para niños en la habilidad del aprendizaje y la calidad estética de la imagen, las cuales no son importantes para el arteterapeuta. Otra diferencia con una clase de arte y una sesión arteterapéutica es la importancia de los límites de la sesión. Los cuales proporcionan una contención segura para el niño durante la terapia. El tiempo asignado al niño debe celebrarse sin interrupción.
El acontecimiento arteterapéutico con los niños puede ocurrir en su creación de un dibujo, actuando, bailando o tocando un instrumento, cuando ellos traspasan sus propios límites y se adentran a territorios desconocidos, cuando se dejan sorprender por un cambio y lo acogen.
(Este texto es creado en base a las experiencias de prácticas arteterapéuticas con niños y niñas en Barcelona, por la autora.)
Es actriz y arteterapeuta. Estudió el Master en Arte Terapia Transdisciplinaria y Desarrollo Humano, en el Instituto de Arte Terapia Transdisciplinaria de Barcelona, España. Es también Licenciada En Arte Teatral egresada de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Actriz y docente con diez años experiencia teatral. Fue Embajadora de México para el Mapa Mundial del Teatro con los que contribuye creando ensayos de investigación sobre el teatro mexicano. Correo: marielaguadalupelopezflores@gmail.com