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Viacrucis: Jesús hecho tradición teatral

[…] Ustedes no me eligieron a mí, yo los elegí a ustedes. Les encargué que vayan y produzcan frutos duraderos, así el Padre les dará todo lo que pidan en mi nombre. Este es mi mandato: ámense unos a otros (Juan, 15:16-17)

Las diversas prácticas teatrales del mundo denominadas “tradiciones teatrales” han ampliado nuestra visión con respecto a cómo se hace teatro en diversas regiones de nuestro planeta. Desde la antigüedad clásica el teatro se ha configurado a partir de los estándares sociales, culturales, políticos y religiosos de cada época. Dichos estándares determinan un conjunto de convenciones que son representadas para distintos fines. Desde los cultos religiosos, entretenimiento para las masas, celebraciones culturales hasta fines personales. 

Muchas de las tradiciones teatrales del mundo tienen sus bases en el culto a sus dioses y los textos religiosos de cada cultura. En Oriente por ejemplo tenemos el Teatro Kathakali de la India, basado en los dos libros sagrados más importantes: el Ramayana y Mahabharata. Existe también la Danza-Teatro Khon de Tailandia en donde se representan pasajes del Ramakien. Además de la Danza Topeng de Balí en Indonesia. Esta danza es una especie de narrativa corporal acompañada de música que hace honor a los espíritus ancestrales y en donde se representan las aventuras del príncipe Panji.

Nuestra cultura es más cercana a Occidente y dentro de nuestra formación o lecturas de más fácil acceso encontraremos indudablemente la historia del teatro occidental que nos lleva del Teatro Griego hace más de dos mil años hasta el Melodrama Victoriano de Inglaterra, por mencionar una línea de tiempo y omitiendo un gran número de tradiciones de teatro occidental. 

Manifestaciones teatrales religiosas en nuestro México

Lo establecido anteriormente me ha puesto a reflexionar sobre la riqueza cultural que tenemos en nuestro país y de donde creo que han emergido una gran variedad de manifestaciones artísticas relacionadas con lo teatral. Parte de estas manifestaciones se relacionan con la religiosidad en nuestro México. El catolicismo es la religión que predomina entre nuestras creencias y sobre el cual se han desarrollado distintos espectáculos teatrales que se han convertido en tradiciones. Orientemos esta reflexión entonces hacia lo religioso. El teatro religioso existe desde los inicios de la humanidad cuando el hombre creó una relación con la naturaleza, primeramente, y posteriormente con un ser superior. 

En México, Jesucristo y María son algunas de las principales figuras sobre las que se han hecho representaciones teatrales de carácter religioso. Distintos pasajes de la biblia (como texto sagrado) se representan año con año como una especie de herencia de los misterios medievales o el drama pastoril que trajeron los españoles en la colonización.

Me he puesto a pensar en cómo se llevan a cabo las representaciones religiosas en México y noto una gran devoción que se ha adherido a la idiosincrasia de nuestra gente. Por ejemplo: ir a la basílica cada doce de diciembre para dar gracias a la virgen, los viacrucis realizados en distintas partes de nuestro país para representar la pasión de nuestro señor o la misa en sí como acto religioso, que es un fenómeno compuesto con elementos teatrales. 

A propósito de Semana Santa

Y a propósito de las festividades religiosas como la Semana Santa y la Pascua, una de las representaciones teatrales más populares es indudablemente el Viacrucis. Ahondemos un poco más en esta representación teatral centrada en la figura de Jesucristo, con motivo de volver a escribir para nuestro querido espacio TAV en este mes. Y esperando dedicarle un artículo en octubre a la figura de María dentro de las representaciones religiosas y teatrales en México. 

El Viacrucis como práctica religiosa se refiere formalmente a los distintos momentos vividos por Jesús en el camino desde su arresto hasta su crucifixión y sepulto. Parte de las características de este rito consiste en la acción de peregrinar o caminar pasando por los distintos sitios en donde se erigen los lugares y momentos por los que pasó Jesús en su camino a la cruz. La práctica data de los primeros siglos d.C., cuando el cristianismo empieza a cobrar auge en Europa. Esto fue poco antes de la Edad Medía, etapa cultural que se extendió poco más de diez siglos y en donde la iglesia tuvo un poder predominante. Posteriormente, a partir del siglo dieciséis se desarrollarían distintas convenciones como parte la representación del Viacrucis. 

El teatro religioso en México es instaurado por los franciscanos y dominicos en aras de contribuir a una evangelización de los indígenas, quienes rendían culto a sus dioses a través de rituales y danzas características. Los frailes encontraron la forma de suplir los dioses prehispánicos con las figuras propias del catolicismo. El Viacrucis en México se ha llevado a cabo, sobre todo por feligreses, como una práctica devota para vivir la pasión de Jesucristo en su camino a la cruz. Resulta muy interesante reflexionar sobre este como una tradición teatral que trascienda no solamente en lo histórico sino también en lo metodológico. Con esto me refiero a que se pudiera hacer un estudio antropológico más profundo para instaurar una metodología que defina las convenciones de representación que conlleva un Viacrucis como tradición teatral. 

Un Viacrucis ¿es o no teatro “formal”? 

Me he topado con percepciones un tanto dudosas, un poco “snob” o con cierto desdén hacia la realización de teatro religioso y evangelizador. Entiendo el punto que considera ver con sentido crítico lo que se monta. Sobre todo si tomamos en cuenta que debería incluir una denuncia de por medio, un mensaje o al menos una propuesta estética. Pero pienso que al mismo tiempo debemos contemplar y admirar el sentido artístico y cultural que estas manifestaciones llevan consigo. Es decir, visualizar que es teatro popular. Es teatro que puede mover masas y que dignifica las creencias de la gente y en cierta medida los acerca al arte. No sé. Seguiré reflexionando sobre esto para no omitir algún aspecto que sea importante considerar y errar en la menor medida posible. 

Antes de que siga leyendo o quiera concluir este artículo, ¡OJO, LECTOR/A! Hablo desde mi propio contexto y experiencia como actor, docente y de orígenes católicos por parte de mi familia y desde la cultura que me rodea en estos momentos. Creo que algunas manifestaciones del teatro evangelizador son o pueden convertirse fácilmente en tradiciones teatrales de las que se pueden seguir haciendo estudios formales. De igual forma, se podría explorar cómo se siguen representando y cuál es su legado histórico. Independientemente del sentido que le demos a nuestros valores morales o la credibilidad que otorguemos a las instituciones o instancias religiosas, habría que apreciar estas representaciones como parte de la cultura y el sincretismo de nuestro país. 

¿Será una verdadera tradición teatral?

¿Es el Viacrucis entonces una tradición teatral? Considero que sí, completamente. Esta tradición es equiparable en importancia histórica a la Pastorela Mexicana. Así como a los Misterios Medievales que datan de hace siglos o los géneros religiosos como los autosacramentales. O también, los dramas litúrgicos o el drama pastoril (de donde hemos heredado nuestras tradiciones de teatro religioso en México). Hay tantas manifestaciones culturales de carácter teatral en nuestro país que debemos de seguir descubriendo para enriquecernos. Y además, cuestionarnos si pueden llegar a ser un patrimonio intangible de nuestra cultura e identidad. 

En este caso, se abordó una tradición que parte de lo religioso (como muchas tradiciones).  Habría que ponernos a discernir cuáles son las manifestaciones teatrales arraigadas a nuestra cultura. Pues aunque partan de un culto religioso o no, potencialmente podemos estudiarlas como tradiciones teatrales. Tradiciones con sus respectivas convenciones de representación. Y así, otorgarles el valor y la importancia desde donde tienen su origen.

Le invito esta Semana Santa a hacer reflexión sobre ello. Ya sea que se vea alguna de las versiones de la pasión de Cristo de manera digital, que recorra los siete templos, que vaya por su ramo en domingo o que viva de forma presencial (si es que es el caso) el Viacrucis montado en su parroquia o comunidad. Reflexione perspicazmente sobre este conjunto de acciones y vivencias culturales que son parte de esta tradición. Medite, y decida si usted considera que puede ser un legado del teatro religioso de México para el mundo. 

 

Gerardo Villarreal 

Egresado de la Licenciatura en Arte Teatral por parte de la Facultad de Artes Escénicas de la U.A.N.L. Maestro en Estudios Literarios y Musicales. Actor, investigador y director de teatro juvenil. Es profesor de los programas de Diploma y Orientación Profesional del Bachillerato Internacional (BI), en donde imparte las asignaturas de Teatro y de Literatura. Correo: jgerardo.vg@gmail.com

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